
Algun tweet.
No invito galletas, es simple. No preguntes…no lo haré.
Suena horrible, si, pero las galletas tienen más significado para mi que cualquier comida que hay. Puedo invitar papas, refresco, cualquier comida pero las galletas quedan fuera de discusión. PUNTO.
Cuando iba creciendo, las galletas empezaron a tener un cierto protagonismo en mi vida, mi papá después de cada comida comía sólo dos galletas con un vaso de leche; y yo me acostumbré a eso, dos galletas después de cada comida con un vaso de leche, ahora la leche terminó por no aparecer en la misma, sólo eran dos galletas.
Jamás he dado una sola galleta así de “aquí tienes, te regalo, la galleta” No, De hecho Danna (amiga mía, maestra jedi) intentó tomar una cuando estábamos en la uni y yo le grité que dejara las galletas…COMPRENDIÓ: No invito galletas. Inclusive cuando mi mamá tenía invitados y yo pasé con mis galletas y me dijo que invitara galletas TUVE que…pero mi cara forzada con una sonrisa decía que aquello no estaba bien.
Una galleta es símbolo de confianza, de sentirse en casa, de que no importa que pase en esta vida, una galleta puede mejorar el día, es sentirse en paz, estar tranquilo, puede mejorar mi ánimo de un momento a otro, una galleta en un momento triste, feliz…cuando escribo, cuando leo, cada día, cada instante…
Alguien me preguntó qué ¿Cómo sabré si esa persona es el amor de mi vida? Simple: Le daré una galleta, tal vez un paquete…Invitar una galleta es eso, compartir algo que amo, que no he compartido con nadie más, es dar algo importante de mi, dar una galleta entera, un paquete es sin dudarlo dos veces, dar galleta es dar mi corazón…por eso no invito
porque ¿cómo voy a dar mi corazón a cualquier persona? ¿eso no se hace, verdad?
Me veo sentada al lado de alguien diciendo “¿quieres una galleta?” y él sonriendo tiernamente aceptándola, sabiendo el significado que lleva en ella.
Sí, Mi galleta estará a salvo.
Muy Tierno.
ResponderEliminarMona
Jajajaja... me hiciste recordar mi infancia... o mejor dicho mi pubertad.
ResponderEliminarYo jamàs invitaba de mis cacahuates japoneses con salsita...
a nadieeeeeeeeeeeeeeeeee.... eran mìos y de nadie mas.. podìa invitar todo pero jamàs mis cacahuates.
Soy fan... gracias por recordarr aquellos tiempos
jajajaja me hiciste recordar mi infancia y a mis sobrinos q por mas q les ruego q me den de lo que traen nunca sueltana nada jajajaja, esta linda :)
ResponderEliminarestoy deacuerdo con tigo si las galletas son geniales... que mejor regalo que un surtido rico xD.. porsierto tengo que probar las nuevas de marinela que tal estaran? jeje
ResponderEliminarJajajaja aún recuerdo esa vez: NOOOOOO, devuelve lentamente esa galleta y nadie saldrá lastimado... Ok, ok *piensa para si misma, vieja loca* hahaha te quiero, carro chico
ResponderEliminarDanna
esta hermoso min!!! =) me encanto
ResponderEliminarmmm...buena historia carro chico..jeje carro chico, aunq si t veo algudia con un paq de galletas seramejor q las escondas, pues no dudare en robar una jajaja, xq si t logro robar una galleta sera como robarte el corazón...hay q cursi se escucho eso ¬¬, jaja weno bye cuidate pinwis ein küss ;)
ResponderEliminarlas galletas son como esa mitologica ambrosia, divina y prohibada que te extacia, que te llevan hasta limites inimaginables de pasion y de locura, mas que un deseo son una idea, un punto muerto al final de la pagina que dia a dia escribimos en el diario de nuestras vidas.
ResponderEliminarmuy bien mina me gusat como escribes, y me gusta divagar, pero creo que nadie lo notara
Fredy
Me gusta, interesante perspectiva. =)
ResponderEliminar